miércoles, 6 de agosto de 2008

Videos

Programa "Primer plano" del 4 agosto 2008.

Participan: Ma. Amparo Casar, Lorenzo Meyer, Sergio Aguayo y José Antonio Crespo.
Se discute sobre los siguientes temas:
La Purga en la PGR y la inseguridad en el país
Las Elecciones internas del PRD
Los intereses y comisiones bancarias
La lucha contra el VIH-SIDA



De Bitácora Mexicana:

27 de julio de 2008
Tema: Unión Europea y Migración
Invitados: Marta Ochman, Erika Ruiz y Ángela Isphording.


3 de agosto de 2008
El tema es el libro: La ruptura que viene.
Invitados: Jose Agustin Ortiz Pinchetti, Ricardo Raphael de la Madrid, Javier Corral Jurado y Cesar Cansino.


Audios del programa Bitácora Mexicana
Seleccione el tema usando la barra de desplazamiento

80 días secuestrados por el Estado l@s pres@s de Nueva Castilla

Hoy lunes 04 de agosto lxs compañerxs Gerardo, Obed, Alicia, Juan y Gabriela cumplen 80 días de haber sido detenidos, junto con 26 personas más, en el predio de Nueva Castilla en el municipio de Escobedo, Nuevo león, México.

Actualmente las autoridades abiertamente han señalado que seguirán presos en tanto los vecinos no desistan de la lucha por recuperar sus tierras. De esta forma nuestros amigos y compañeros no sólo son presos políticos del gobierno de Natividad Gonzáles Parás y del mafioso Abel Guerra, sino además son rehenes del Estado a través del Instituto de la Vivienda de N.L.

Por esta razón amigas y amigos, familiares, compañeros de lucha y quienes se han solidarizado con esta justa causa seguiremos actuando para obtener la liberación de nuestros presos y presas.

Convocamos a movilizarnos el día 06 de agosto del 2008 a las afueras del Instituto de la Vivienda ubicado en las calles de Juan Ignacio Ramón y Escobedo, en el centro de Monterrey a las 6:30 pm para manifestar nuestro repudio absoluto al secuestro de nuestrxs 5 compañerxs y exigir su inmediata liberación.

Además, adelantamos la convocatoria nacional e internacional para movilizaciones a favor de los compañeros detenidos el día 14 de agosto, fecha en que se cumplen 90 días de encierro, en las representaciones consulares y embajadas mexicanas a nivel mundial, y en México a movilizarse en contra de las representaciones del Estado de Nuevo león, o en las cedes de Scotiabank, representante del fideicomiso que ha despojado de sus tierras a los colonos.

¡Sólo la lucha liberará a nuestrxs compañerxs presxs!
¡Abajo el secuestro de Estado!
¡Libertad Presos Políticos!

Conferencia del Dr. Jaime Cárdenas en Querétaro

El Grupo Plural del Centro.
Querétaro.

Invita al foro: "La Inconstitucionalidad de la reforma sobre Pemex".Sus aspectos legales, políticos y sociales.
Con las ponencias magistrales de:


Dr. Jaime Cárdenas Gracia. Asesor legal del gobierno legítimo de AMLO, para la reforma energética.

Dr. José Enrique González Ruiz. Uno de los integrantes de la comisión negociadora del EPR.

Este jueves 7 de agosto, 18:00 hs. Auditorio "Azul" de la Facultad de Psicología de la UAQ.

Hoy más que nunca es importante tu participación.
Fraternalmente: Grupo Plural del Centro.

Reporte 13, Propuesta Ciudadana para PEMEX

Programa completo de ayer de Ricardo Rocha que tiene como invitados a Rosaura Ruiz Guitierrez Presidenta de la Academia Nacional de Ciencias, el historiador Lorenzo Meyer y Graco Ramirez del PRD, para hablar de la propuesta ciudadana para Pemex que estará apoyada por el FAP.

Esta muy bueno el pprograma porque Lorenzo Meyer le hecha la pelotita a Graco, al dar a entender qeu si alguien se enoja dentro del FAP, por esta propuesta ciudadana serian los Chuchos, al no incluir la privatización de PEMEX.



http://tu.tv/videos/propuesta-ciudadana-para-pemex

AGENDA SEMANAL DE LOS CIRCULOS DE ESTUDIO

AGENDA SEMANAL DE LOS CÍRCULOS DE ESTUDIO
  • Jueves, 7 de agosto:

Círculo de Estudios Central

"Carlos Fernandez Vega visita el Club de Periodistas"

Este jueves en el Círculo de Estudios Central se presentará el extraordinario periodista Carlos Fernández Vega (La Jornada). para hablarnos de la historia de las privatizaciones en México y en América Latina.

La cita es el jueves 7 de agosto a las 19 hrs.

En el Club de Periodistas (Filomeno Mata # 8, Col. Centro, cerca Metro Allende)

*Queremos recordarles que se hará un colecta, rifas, etc. para recaudar recursos y poder brigadear este fin de semana y promover la Consulta en alguno de los Estados del sureste del país.*

*Este miércoles 6 de agosto no habrá Círculo de Estudios en el Centro Cultural José Martí*



Asamblea de Flor y Canto

El domingo pasado en la Asamblea de Flor y Canto se presentò la obra El Loro Negro en presencia de Jaime Aviles.



Cobertura AMLOTV

Soberania Popular
Resiste Acapulco

Izquierdas y consulta petrolera

Luis Linares Zapata

Izquierdas y consulta petrolera


Las dificultades para trabajar en armónica pluralidad han sido innegables para las distintas izquierdas nacionales. En el caso de la consulta popular, sus complejidades se erigen como un valladar angustiante. Empezando por la clara definición de los propósitos para emplear tal instrumento, que sigue siendo extraño en la vida pública mexicana. Recurrir a la consulta a sabiendas de que acarrea oposiciones clasistas, muchas de ellas rayanas en la histeria o la ira, requiere perseverancia y hasta terquedad para salir avante de dicha aventura. Aun la pertinencia de llevarla a cabo, en un momento donde las divisiones y la polarización sociales son la regla, introduce dudas continuas. Los recursos para financiar la intrincada logística que su proceso conlleva alientan la incertidumbre. La organización del voluntariado para atender las urnas y facilitar la libre emisión de la voluntad ciudadana es, quizá, el asunto más peliagudo. No se queda rezagado el esfuerzo difusivo para llegar a informar de sus bondades y los usos posteriores de la información por ese medio obtenida. En especial cuando el aparato de comunicación nacional, con su aplastante sonido monocorde, milita, desde su mero anuncio, en contra de ella. La coordinación de sus etapas, y de los agentes que la van definiendo, implica incontables horas de trabajo conciliador que sume desigualdades, méritos diversos, pasiones encontradas, petición de reconocimientos y egoísmos múltiples.

Pero aun en estas circunstancias, la izquierda organizada ha tenido que sobreponerse para aquilatar la opinión de aquellos a los que, cada vez menos, se toma en cuenta a la hora de las decisiones que los afectan. Y lo deben hacer porque esos segmentos sociales son, en efecto, sus referentes, la razón misma de su existir. Sin ellos serían un cascarón a la deriva, sujetas a las circunstancias sin visión de futuro. En cambio, las derechas incrustadas en el poder político o empresarial han desarrollado una aversión a cualquier tipo de consulta directa al pueblo. Sus rechazos al populacho son consustanciales a sus posturas de clase. No les interesa saber cómo viven, a qué huelen, cuáles son sus alicientes y aspiraciones. Lo que desean es mandarlos, ejercer sobre el pueblo los controles que les faciliten la satisfacción de sus masivas ambiciones. Al pueblo lo atisban sólo a través de encuestas, y si son telefónicas mejor. Le hablan a través de mensajes concentrados en la televisión. Lo esterilizan en sus laboratorios (focus groups). Se rehúsan a dar el valor que ejercicios ciudadanos directos exigen. Las masas les causan urticaria, los asustan, les tienen, a la vez, rencor y miedo. ¿Para qué consultarles una cuestión tan compleja? Sobre todo cuando ya se han asumido tantos compromisos privatizadores. ¿Qué, acaso, llegó la misión española con otros encargos?

De estas y otras consideraciones se desprende, y hasta explica, el enorme clamor crítico que la consulta ha levantado entre el oficialismo, sus viscerales reacciones en contra del ejercicio opinatorio, sus desprecios y ninguneos para con sus conductores. Los augurios de fracaso e inutilidad de la consulta se difundieron por cuanto rincón ha sido puesto al alcance de la opinocracia, súbitamente alebrestada. Ninguna excusa opositora se escatimó para deslegitimar la consulta petrolera. Se empezó por negarle base legal (ver Woldenberg versus Ackerman en La Jornada). Siguieron las demandas en tribunales contra el Instituto Electoral del Distrito Federal por su intervención, que calificaron de oficiosa. Inventaron enfrentamientos y rivalidades entre Marcelo Ebrard y AMLO para soslayar su real intención de apertura a la participación. No se olvidaron de recitar las rencillas entre perredistas, sus malhadadas elecciones internas (cochinero) y las encarnizadas luchas entre sus facciones. Un tema central en la descalificación fue la inducción partidista, olvidándose de la negativa del oficialismo a entrar al proceso. Las preguntas y su formulación se pusieron en el picadero de todo aquel que quiso sacar a relucir su dominio del lenguaje. La petición de objetividad inobjetable se convirtió, por transfiguración instantánea, en obstáculo insalvable para los proponentes.

En los últimos días se encontraron nuevos atajos para el descrédito de la consulta popular: “ley de consecuencias involuntarias” (Proceso, D. Dresser), le llaman. Esto quiere ser interpretado como los daños colaterales que viajan con las bondades plebiscitarias. Supuestas malformaciones causadas por los mismos defectos inherentes a las izquierdas, pues ahondan sus diferencias, evidencian sus vicios en lugar de superarlos, se afirman como formulación simplista al recurrir a una evidente petición de principio.

Peor diagnóstico es difícil de encontrar entre los curanderos sociales porque, se concluye, debilita a las izquierdas, no las fortalece. Poco importan los logros obtenidos por tan tedioso e incierto ejercicio. En esta línea argumental, la limpieza del trabajo y su desarrollo pacífico, auditado, se toca sólo de manera lateral. En el mero fondo pulula la inducción de las respuestas, como mal congénito, para rechazar la privatización. Y, más profundo aún que ello, según esta línea argumentativa circular, es el rechazo que las izquierdas hacen del mercado. Esa superestructura que hace a los pueblos progresar no puede soslayarse, menos aún ponerla a referendo con motivo de la industria petrolera. El mercado, además (se supone en esta postura), solidifica la democracia. Un salto conceptual que nunca llega a demostrarse sino sólo se asume como premisa declarativa, mágica, sobrentendida. Cuestionar al mercado es retrógrada, se asienta con soberbia más allá de cualquier demostración.

Las llevadas y traídas reglas del mercado, señores críticos de la consulta, no funcionan en la industria energética, menos aún en la petrolera. No existen. En este rubro estratégico, como en muchos otros que son cruciales (aeroespacial, atómico, alimentario, farmacéutico, balístico, telecomunicaciones y otros muchos más) el ordenamiento desde el poder, las exclusiones forzadas y los apañes imperiales, son la regla. En la energía sólo hay mercados controlados. Ninguna economía funcional abre de par en par sus puertas a los de fuera, a la llamada competencia. Todos las cierran, aun aquellos donde concurren varias empresas (EUA) se protegen con mecanismos insalvables para los de fuera. Las economías que una vez fueron colonizadas por las trasnacionales de la energía han emprendido un proceso restaurador de potestades propias. Y esa realidad es la que quedó comprendida en la segunda pregunta sobre la reforma del señor Calderón, y la de los priístas, pues ambas pretenden constreñir a la industria petrolera mexicana a ser exportadora de crudos e importadora de toda clase de tecnologías, capitales y servicios del exterior. Por último, no fueron pocos los ciudadanos (cercanos a los 2 millones) En las próximas etapas este número será, sin duda, rebasado.

Leer nota en...

VIDEO: Alfonso Suárez del Real, mensaje a la brigada 15, Flor y Canto



AMLO TV

http://soberaniapopular.blogspot.com

http://resisteacapulco.blogspot.com

www.florycanto.org.mx

Estos videos son de AMLO TV, Soberanía Popular y Resiste Acapulco, son de libre difusión siempre que se cite la fuente.

¿Quieres contactar a Flor y Canto? ¿Te interesa participar con nosotros? ¿Quieres ser parte de la brigada 15? ¡es muy sencillo! escribe un correo a: froylan71@hotmail.com

Llama los teléfonos: 31 84 92 36 y 31 84 92 38 de la Ciudad de México ó envía un mensaje al celular 55 54 16 21 30.

¿Quién es el verdadero rey: Juan Carlos, Hugo Chávez o el petróleo?

Por: Alfredo Jalife-Rahme

En México, el gobierno neototalitario panista y sus multimedia sovietizados exorcizan en forma medieval la imagen de Hugo Chávez, a niveles peores que a Mefistófeles, mientras en España, en un movimiento de rectificación, el rey Juan Carlos y el presidente de gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, le han tendido la alfombra roja. ¡Los milagros que produce el petróleo!

Cuando la muy primitiva aznarización (ver Bajo la Lupa, 26/12/07; 9 y 30/4/08) ha llevado los intereses españoles a su nivel más bajo en Latinoamérica, se escenifica una reconciliación de alcances estratégicos geoenergéticos entre el rey Juan Carlos y el presidente Chávez. En la modernidad del inicio del siglo XXI, ¿quién es el verdadero rey de los dos?

The Times, periódico londinense ultra-conservador y ultraneoliberal en la principal monarquía occidental, no hace mucho calificó a Chávez como el “rey de Latinoamérica”, debido a que Venezuela posee las mayores reservas del mundo, cuando se suma el petróleo convencional (de fácil acceso) y el no convencional (v.gr, los hidrocarburos pesados de la Faja del Orinoco).

En una lectura sicoanalítica es muy probable que el arrebato poco monárquico en la cumbre iberoamericana de Santiago de Chile de parte de Juan Carlos, rey anacrónico y sin hidrocarburos, se haya debido a su consternación frente al ascenso irresistible del “nuevo rey de Latinoamérica”, cuando la empresa pirata española Repsol era expulsada de la región: Venezuela, Bolivia y Argentina.

Más lejos, en Argelia y hasta en la parte estadunidense del Golfo de México, Repsol había tirado la toalla con la excepción abusiva de México gracias a la dilapidación de Fox y la dupla Calderón-Mouriño que entregaron casi la cuarta parte del gas mexicano a las empresas españolas, que por cierto habría que renacionalizar o renegociar.

El rotativo filomonárquico y ultraconservador ABC, de Madrid (26/7/08), tituló a ocho columnas la espectacular reconciliación entre el rey español alicaído y el nuevo rey de Latinoamérica: “Chávez promete a España petróleo más barato y facilidades para Repsol” y conjetura que “en el fondo de esta reanudación de relaciones, la posibilidad de que Venezuela garantice para siempre (¡súper sic!) el suministro de petróleo a España, a través de las inversiones de Repsol, que podría (sic) contar con dos campos de extracción en la Faja del Orinoco”. Y más adelante clava la estocada: “el crudo ha sido el leit motiv de la visita: Venezuela venderá a España 10 mil barriles de petróleo a 100 dólares (ahora está a 123 dólares) a cambio de tecnología”. ¿De cuando acá España posee tecnología que no sea alquilada de las principales trasnacionales anglosajonas?

La venta de crudo se podría triplicar y hasta multiplicar 20 veces, como el muy generoso “nuevo rey de Latinoamérica” (acompañado por el ministro de Energía, Rafael Ramírez) confirmó: “Repsol podría producir 200 mil barriles de petróleo diarios que podrían garantizar para siempre (¡súper sic!) el suministro a España”.

El estribillo para siempre significa “cien años de abasto”, según el nuevo rey de Latinoamérica (El Universal, de Venezuela, 26/7/08). El rotativo ABC suministra los pormenores del acuerdo: “España rehabilita (sic) a Chávez a cambio de comprarle petróleo a menor precio; Venezuela venderá 10 mil barriles diarios a 100 dólares y Repsol podría explotar un nuevo campo petrolífero”. El aznarista Mariano Rajoy, líder de la oposición del PP, pegó el grito en los cielos y preguntó lastimosamente la razón por la cual Obama “dejó fuera a España” de su exitoso periplo por Europa.

El editorial de ABC considera que Zapatero (sic) le había otorgado un “balón de oxigeno a Chávez”, perdedor en todos los frentes, a su juicio, a quien coloca como un paria de la “comunidad internacional” y colma de invectivas: “autócrata”, “populista” e “intervencionista” (sic). Mata de risa que el aznarista ABC perore sobre el “intervencionismo” ajeno. Peor aún: ABC no oculta su racismo al fustigar los “devaneos” de Zapatero con “indigenistas (¡súper sic!) de Iberoamérica”. ¡Uf!

¿Qué significará “comunidad internacional”, cuando el “nuevo rey de Latinoamérica” mantiene excelentes relaciones con el BRIC (Brasil, Rusia, India, China), la OPEP, los 57 países de la Organización de la Conferencia Islámica y con Francia, Gran Bretaña y El Vaticano en Europa? ¿No son más bien el bushismo-blairismo-aznarismo y rotativos como ABC (y sus caricaturas en Latinoamérica), que se encuentran precariamente aislados de la verdadera “comunidad universal”?

Los aburridos soliloquios de los fundamentalistas neoliberales reflejan su caduco unilateralismo derrotado. Pero tampoco hay que perder de vista que también se encontraban en peligro las inversiones de BBV, Santander y Repsol por 2 mil 400 millones de dólares en Venezuela (El Economista español, 25/7/08).

Existe algo más profundo y no se puede soslayar el relevante papel mediador que ha jugado Javier Solana, en nombre de la Unión Europea, para seducir a Irán a un acuerdo todavía más espectacular con Estados Unidos. No hay que olvidar que existe un eje estratégico geoenergético entre Irán y Venezuela por lo que no sería sorprendente que detrás del arreglo entre España y Venezuela se encuentre la sombra de los ayatolas. Curiosamente, la distensión triangulada entre España, Venezuela e Irán se escenifica en forma acompasada.

España opera un juicioso golpe de timón y se ajusta a la nueva correlación geoestratégica y geoenergética de fuerzas, y parece adelantarse a una presidencia de Obama en Estados Unidos al desechar los fantasmas cavernarios de la aznarización y a sus intelectuales tropicales, furibundos antichavistas, quienes adoptaron la agenda unilateral bélica de los neoconservadores straussianos en Latinoamérica. La reconciliación entre España y Venezuela, de paso con Irán, tira al basurero de la verdadera historia las derrotadas tesis unilaterales ultrabélicas y neoliberales de la tripleta Aznar-Krauze-Castañeda en Latinoamérica (a este nivel no pintan Fox, Espino ni Calderón).

Primun vivere, dopo filosofare (primero sobrevivir y luego filosofar) parece ser el axioma adoptado por Rodríguez Zapatero, quien en forma multilateral, con la peor crisis financiera de la historia española a cuestas que le legó el fundamentalista fiscalista neoliberal y ultrabélico Aznar López (ver Bajo la Lupa, 23/7/08), se aleja de las políticas unilaterales de Bush-Blair-Aznar y busca desesperadamente el suministro de hidrocarburos en medio de la grave crisis geoenergética mundial. ¿Quién finalmente dio “oxígeno” a quién? Murió el viejo rey. ¡Viva el nuevo rey!: el petróleo, por supuesto.

La desglobalización y el colapso de la ronda de Doha

Felipe Calderón, totalmente a contracorriente de la historia, fue a desinformar al agónico Foro Económico Mundial de Davos que “México” había votado por el “libre mercado” en las controvertidas elecciones del 2 de julio de 2006. Hasta donde recordamos no venía ninguna pregunta al respecto en las boletas, y el lema de su campaña principal lo ostentaba como el “presidente del empleo”, quien resultó grotescamente el “gerente del desempleo”, precisamente debido a la profundización de la desglobalización, de la que no quiere darse por enterado.

Este recordatorio refleja la ausencia de brújula de los disfuncionales neoliberales del PAN y el PRI sobre las nuevas corrientes históricas que prevalecen en el planeta, y que se epitomizan en todos los frentes de la globalización en pleno repliegue: desde el comercio (exequias de la ronda de Doha), pasando por las finanzas (la nacionalización en el G-7 y la OTAN producto de la insolvencia bancaria privada), hasta los hidrocarburos (donde se consolidan la desprivatización, la renacionalización y la restatización).

Tal irreversible situación global no la consiguen asimilar las reformas energéticas entreguistas de Calderón y Beltrones, al menos que tengan las manos atadas en Washington, por razones que desconocemos, pero que sí intuimos.

La ronda de Doha venía herida de muerte (ver Bajo la Lupa, 16/4/08) desde la reunión de Cancún en 2003 cuando el planeta se fracturó en dos: el bloque de países tecno-industrializados, jefaturados por el mercantilismo anglosajón, extensivo a la Unión Europea (UE), frente a los países en vías de desarrollo, encabezados por India y China.

Cinco años después de Cancún, se escenificaron en Ginebra sus exequias oficiales, cuando han retornado el nacionalismo, las nacionalizaciones y el neoproteccionismo.

En medio de una grave crisis alimentaria global, el escollo provino de la demanda irracional del régimen torturador bushiano que exigía a India la apertura total en alimentos, mientras Estados Unidos subsidia a su poderoso sector agrícola.

Edmund Conway (editor de economía de The Daily Telegraph, 31/7/08) admite consternado que el colapso de la ronda de Doha constituye “el mayor golpe a la globalización desde el fin de la guerra fría”.

The Center for Economic and Policy Research (29/7/08), centro de pensamiento con varios premios Nobel en economía y académicos del más alto nivel en Estados Unidos, resume que “las negociaciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC) se colapsaron en medio de la reticencia de los países en vías de desarrollo a sacrificar su seguridad alimentaria”.

Pese a su reduccionismo mercantilista neoliberal, Clive Crook, en su blog de The Financial Times (30/7/08) sopesa el “fin de la OMC”. Critica severamente la “proliferación de tratados de libre comercio”, que “complicó el sistema y creó fricciones”.

La llamada “liberalización mercantil multilateral” fue impuesta por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial, en su larga aplicación trágica que reflejó su dominio bélico a los países valetudinarios y hasta los poderosos, desde el punto de vista nuclear y geoeconómico, como Rusia (que demencialmente aún no es aceptada en el caduco orden mercantil): GATT, la OMC y su calidoscopio de “rondas” (sic) que incluyen la de Doha, que duró siete años de deliberaciones estériles.

La globalización generó la inestabilidad mundial cuando los poderes políticos fueron descuartizados, mientras los fundamentalistas economistas neoliberales se han quedado aisladamente huérfanos con sus sicóticas ecuaciones econometristas al no saber cómo paliar el tsunami social en ciernes, una tarea eminentemente política, que ignoran los “mercados” controlados por la plutocracia global.

En Ginebra colisionaron dos visiones: la de Estados Unidos, una cosmogonía economicista neoliberal a ultranza, frente a la óptica política de India, que pronto será el país más poblado del planeta.

Esta situación la resume espléndidamente De Defensa (30/7/08), centro militar estratégico europeo, que pone en relieve el regreso de la política como una “necesidad” de supervivencia de países densamente poblados como India y China, es decir, 40 por ciento de la población mundial, lo cual evidencia la “continuación” del “descalabro del proceso de globalización” y evalúa el “poder del regreso del factor político en las relaciones económicas”.

Pese a que los países de Latinoamérica abandonaron (in)explicablemente a India, ésta obtuvo el apoyo significativo de China, quien, también, en vísperas de los Juegos Olímpicos, desea proteger a sus agricultores, que suelen rebelarse cíclicamente.

La aceptación de las exigencias mercantilistas de Estados Unidos y la UE (quienes subsidian impúdicamente su sector agrícola) hubiera “instalado una situación donde la furia del campesinado podría poner en peligro el equilibrio político, y aun la estructura misma” de China, de acuerdo con De Defensa. De ahora en adelante las “batallas de la globalización” se librarán en términos políticos, y no con anacrónicos argumentos económicos desestabilizadores.

Carl Mortished señala que Kamal Nath, ministro de Comercio de India, “se encontraba más pendiente de la política de su país, donde el gobernador del Banco Indio de Reserva había elevado las tasas de interés y apuntaba a una desaceleración económica”, en vísperas de relevantes elecciones donde la población rural de 600 millones puede castigar al Partido del Congreso, en el poder, como lo había hecho en otra ocasión con el gobierno populista hindú del partido Bharatiya Janata (The Times, 29/7/08).

Pues sí: el castigo político a la insanidad económica suele ser muy costoso en las urnas electorales.

El banco londinense Standard Chartered (citado por Carl Mortished) ilustra que “el costo de la alimentación, que absorbe más de la tercera parte de los ingresos de los chinos, ha empezado a golpear el consumo”.

Según Mortished, “la demanda de los agricultores indios por una mayor protección frente a las alzas de importación fue el mayor obstáculo para recortar las tarifas” en Ginebra. Comenta que “China se encuentra gobernada por la economía agrícola, no por las fábricas de Cantón”, y agrega que las “exportaciones de China representan 40 por ciento de su producto interno bruto y queda claro que los políticos en Pekín y Nueva Delhi temen una desaceleración que cierre las fábricas, reduzca las válvulas de escape de la migración a las ciudades, transformando al migrante rural en un potencial integrante de una caterva (sic)”.

Los salientes líderes anglosajones neoliberales, Baby Bush y el premier británico Gordon Brown, no temen ni tienen nada que perder en términos políticos, cuando su popularidad se encuentra en los abismos.

Por: Alfredo Jalife-Rahme

Iniciativas PRIvatizadoras /I

Las nueve iniciativas de reforma a la legislación petrolera secundaria, propuestas por el PRI, son inconstitucionales, desintegran a Pemex y privatizan a la paraestatal. Estas propuestas son parecidas a las del PAN y, en muchos aspectos, son las mismas. Ni el PRI ni el PAN tienen derecho a contravenir la Constitución. Pemex NO es de los partidos políticos, mismos que auspician la ruptura total de la legalidad constitucional.

Ley Orgánica de la Administración Pública Federal

El PRI presenta sus iniciativas en desorden para aumentar más la confusión. Sin embargo, como el PAN, la referencia inicial está en la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal. La propuesta del PRI es la MISMA que presentó el PAN y se refiere a la ley que, junto con el PRD y demás partidos, aprobaron el 17 de abril de 2007 en el Senado por 94 votos a 0 (cero).

La reforma se refiere al artículo 33, con el correspondiente maquillaje del PRI, que otorgaría facultades adicionales a la secretaría de energía (Sener) para:

“V- Promover la participación de los particulares en las actividades del sector ...

“VII- Otorgar, modificar, revocar y, en su caso, cancelar asignaciones, permisos y autorizaciones en materia energética …

“XIII- Establecer la regulación en materia de asignación de áreas para la exploración y explotación petrolera …

“XIV- Regular y promover el desarrollo y uso de fuentes de energía alternas a los hidrocarburos, ….

“XV- Determinar la plataforma anual de petróleo y de gas …

“”XIX- Registrar y dar a conocer, …. las reservas de hidrocarburos …”

Lo indicado es inconstitucional. En materia energética la Constitución prohíbe la participación de particulares en el sector y la Sener no tiene porqué promoverlos. Tampoco tiene porqué otorgar asignaciones, permisos y autorizaciones. Ese ha sido el mecanismo para desnacionalizar a la industria eléctrica. La regulación ha sido la misma fórmula que ahora se propone para la exploración y explotación (producción) petrolera. La regulación (privatización) se propone, además, para TODAS las fuentes de energía alternas a los hidrocarburos, esto es, el carbón, el uranio, la geotermia, el agua, el hidrógeno, el viento, la maremotríz y la radiación del Sol. Se trata de barbaridades, hechos inconstitucionales y privatizadores, inaceptables para la nación.

Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo

a) Organismos filiales

Igual que el PAN, el PRI propone en el artículo 2º. de esta iniciativa de ley, que “solo la nación podrá llevar a cabo las explotaciones de los hidrocarburos, que constituyen la industria petrolera en los términos de ésta ley”. Pero, el PRI (y el PAN) contraviene de inmediato a la Constitución. La palabra “podrá” es opcional y diferente a “llevará” como ahora se indica. Ambos partidos se refieren a las “explotaciones” (mismas que no definen) para una industria fragmentada y reducida, como lo indican en el artículo 3º. de sus iniciativas.

En el artículo 4º. el PRI expresa que “el Estado llevará” a cabo, en forma directa, exclusiva y excluyente, la exploración, extracción y explotación integral del petróleo, “en términos de lo señalado por el artículo 3º. de ésta ley”. Hasta allí el discurso suena engañosamente pero, a continuación, la situación se aclara y enturbia. Dice el PRI que, lo indicado constitucionalmente y por la ley petrolera reformada, se hará por conducto de Pemex y “los organismos descentralizados de carácter estratégico a que se refiere este ordenamiento jurídico, mismos que estarán sujetos a la propiedad (sic) y control del Gobierno Federal (sic) …”.

Esta propuesta, la de los organismos filiales, es contraria al interés de la nación pues plantea la desintegración TOTAL de Pemex. No solo se contraviene a la Constitución sino a la técnica más simple. Esto no es casual, corresponde (exactamente) a lo dictado por el Banco Mundial (BM). La intención es privatizar a TODO el proceso de trabajo petrolero y, para lograrlo, debe desintegrarse. De esta manera, la privatización podrá hacerse por pedazos. Así ha ocurrido con la industria eléctrica nacionalizada. El BM “pidió” la privatización del 100% de la generación, los gobiernos en turno ya privatizaron el 47%.

Además, el PRI se equivoca deliberadamente. Dice que, esos organismos filiales de nombre largísimo e innecesario, serán “propiedad” del Gobierno federal. Eso es grotesco porque, la propiedad del petróleo mexicano y de Pemex NO es del gobierno, ni siquiera es del Estado, es de la nación. Si los “organismos filiales” van a ser del gobierno federal, se trata del atraco más cínico y descarado que debe sancionarse de inmediato.

Luego, se indica en el párrafo 2º. del mismo artículo 4º. de la iniciativa del PRI, que “El Ejecutivo Federal podrá constituir, por decreto, organismos … con objeto de realizar, por cuenta de aquel, las actividades de construcción de ductos y los servicios de refinación de petróleo, transporte, almacenamiento y distribución de hidrocarburos y derivados de éstos, que forman parte de la industria petrolera. Dichos organismos filiales, serán propiedad exclusiva de Petróleos Mexicanos y se constituirán a `propuesta de su Consejo de Administración”.

Para el PRI, los organismos filiales, los podrá constituir “El Ejecutivo federal” y “por decreto”. Ese mecanismo estaría “muy a modo” del gobierno en turno. Por una parte, dirían que la Constitución No se modifica pero, por otro, bastaría un simple y arbitrario decreto para ejercer facultades por encima de la propia Constitución.

La propuesta del PRI es incorrecta, inconstitucional y tramposa. Plantean a los organismos filiales para que éstos realicen las actividades que corresponden a Pemex, específicamente, la construcción de ductos, los servicios (sic) de refinación, transporte, almacenamiento y distribución de hidrocarburos (sic) y derivados de éstos”. En estos rubros, el PAN propone la privatización llana, el PRI le da vueltas para llegar a lo mismo.

En la propuesta del PAN, las decisiones correspondientes las tomaría el Consejo de Administración; en la del PRI, también, en este caso, para constituir a los organismos filiales.

b) Regulación (privatización) petrolera

Para afirmar la intención privatizadora, el PRI propone, en el párrafo 3º. del artículo 4º. de su iniciativa que “La Secretaría de Energía contará con un organismo descentralizado denominado Comisión Nacional Reguladora del Petróleo, cuyo objeto será regular y supervisar la exploración y explotación petrolera …”. El PRI presenta la misma propuesta del PAN, solamente le agregó las palabras “nacional” y “reguladora” pero, los objetivos (INCONSTITUCIONALES) son los mismos. En el esquema de supuesto mercado, dictados por el BM, regular significa privatizar. En el presente caso, se trata, nadamenos, que de la exploración y la producción de petróleo crudo.

c) Legalización del contratismo

En el artículo 6º. de la iniciativa del PRI, se propone que Pemex “y sus organismos subsidiarios podrán celebrar con personas físicas o morales los contratos de obras y de prestación de servicios que la mejor realización de sus actividades requiere (sic)”. Es decir, se propone legalizar al contratismo y al subcontratismo.

En el párrafo 2º. del mismo artículo, se indica que “En tratándose de la construcción de ductos y los servicios de refinación de petróleo, transporte, almacenamiento y distribución de hidrocarburos y derivados de éstos”, Pemex “podrá contratar con los organismos … filiales”. Pemex, “podrá también, tratándose de éstas actividades, celebrar contratos de arrendamiento financiero de equipos e instalaciones, …”.

Esto es, para que Pemex realice sus propias funciones constitucionales tendrá que contratar con sus propios organismos, los que, a su vez, también podrán contratar con terceros. Entonces, ¿qué será de Pemex? Apenas una agencia de contrataciones. Pero, además, Pemex podrá contratar “arrendamiento financiero de equipos e instalaciones”. Es decir, Pemex NO realizaría sus actividades constitucionales por administración directa, sino a través de contratos y subcontratos. Eso es privatización. El “arrendamiento” también es privatización.

c) Ductos de Pemex al servicio de terceros

En el artículo 10º. de la iniciativa del PRI se propone que Pemex, “sus organismos subsidiarios y las empresas de los sectores social y privado estarán obligados a prestar a terceros el servicio de transporte y distribución de gas por medio de ductos, …”. Esto significa poner el Sistema Nacional de Ductos al servicio de las transnacionales y sus filiales, como ya ocurre. La propuesta del PRI tiende a legalizar la presente ilegalidad, reafirmando las inconstitucionales reformas de 1995.

d) Regulación (privatización) de la industria petrolera

En el artículo 11º. de la iniciativa del PRI se propone que “El Ejecutivo federal, por conducto de la Secretaría de Energía, de la Comisión Nacional Reguladora del Petróleo (CNRP) y de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) establecerán, en el ámbito de sus respectivas atribuciones, la regulación (sic) de la industria petrolera y de las actividades a que se refiere esta ley”.

Es decir, en este artículo se propone llanamente la privatización de la industria petrolera, a través de una supuesta “regulación”, a cargo de entidades reguladoras caracterizadas por ser los instrumentos de la privatización, tal como lo indican los dictados estratégicos del BM.

En el párrafo 2º. del artículo 15 de la propuesta del PRI se establecen los deberes de “los permisionarios de transporte, almacenamiento y distribución de gas”. Con ello, se reafirman las ilegales reformas de 1995 a ésta ley. Al momento, los permisionarios han desnacionalizado a esta parte de la industria de los hidrocarburos de México; 200 permisos han sido otorgados por la CRE, misma que ha definido 15 regiones geográficas de distribución de gas natural y las ha entregado a las transnacionales y sus filiales.

Para no dejar huecos, el PRI propone en el artículo 16º. de su iniciativa que “La aplicación de esta ley corresponde” a la Sener, “con la participación que esté a cargo” de la CNRP y de la CRE. Se trata de “legitimar legislativamente” las arbitrariedades de los órganos reguladores.

En suma, la iniciativa de reformas a la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo, propuesta por el PRI, es inconstitucional y lesiva para la nación.

Frente de Trabajadores de la Energía, de México

Compromisos del PRI con el imperialismo

En las iniciativas de reforma energética presentadas por el PRI éste habla de “El compromiso con la reforma energética y con la sociedad”. Dice que Pemex “necesita de manera urgente, una profunda reforma al marco legal con el que funciona” y proponen violar la Constitución política vigente. Señalan haber escuchado “con detalle e interés” los planteamientos “que realizaron expertos, dirigentes políticos, líderes sociales (sic), académicos y especialistas” en los temas del Debate Oficial organizado por el Senado. Sin embargo, en sus iniciativas, proponen lo contrario de lo expuesto por la mayoría de los invitados a ese Debate.

Desintegración TOTAL de Pemex

El PRI, en la exposición de motivos de su iniciativa, reitera que “es necesario un nuevo marco jurídico” lo que implica que el actual es estorboso. Insiste en “dotar de mayor autonomía de gestión” a Pemex, lo que implica convertir a la paraestatal en Sociedad Anónima para hacerla funcionar como empresa privada. Luego, se indica que la iniciativa tiene “diez líneas fundamentales”.

En la primera, el PRI habla de “modernizar y fortalecer a Pemex, sin permitir su privatización”. Ese partido precisa que su propuesta es “sin privatizar el aprovechamiento (sic) del petróleo ni la renta petrolera, sin contratos de riesgo, sin privatizar los activos o las actuales actividades de Pemex, sin ceder a los particulares áreas de trabajo que corresponden al organismo, como los de refinación, almacenamiento y manejo de ductos”. Suena re’bonito pero, ¿es cierto? ¡No!

De entrada, el PRI propone la desintegración de Pemex, al modificar la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo (LRRP) para “la constitución de organismos descentralizados de carácter estratégico filiales de Petróleos Mexicanos”. ¿Para qué se crearían estas filiales? Dice el PRI que para realizar las actividades de “refinación, transporte, almacenamiento y distribución de derivados, así como la construcción de ductos”. Estas filiales “le darían a Pemex el servicio correspondiente” Tales filiales “operarían con contratos de largo plazo, que apoyarían el financiamiento de la inversión” y, también, podrán contratar con terceros.

Esto significa la desintegración TOTAL de Pemex, proceso iniciado en 1992 cuando se crearon las actuales 4 subsidiarias (Pemex Exploración y Producción, Pemex Gas y Petroquímica Básica, Pemex Refinación y Pemex Petroquímica), así como Pemex Internacional y más de 40 filiales cuyos resultados desconoce la nación. Ese fue el principio de la privatización petrolera furtiva dictada por el Banco Mundial al gobierno mexicano en turno (Salinas de Gortari).

El PRI propone que “la producción de petroquímicos secundarios” se realice a través de organismos subsidiarios. Esta actividad, la petroquímica secundaria, “se clasifica como actividad prioritaria”, de acuerdo a las ilegales reformas de 1995 a la LRRP. El PRI dice que “no por ello debe haber margen para privatizar lo que está a cargo de Pemex”, cuando la petroquímica secundaria prácticamente ya no la realiza Pemex sino las transnacionales, como ExxonMobil.

Autonomía para destruir a Pemex

El PRI propone “dotar a Petróleos Mexicanos de una mayor (sic) autonomía presupuestaria y de gestión para promover su eficiencia”. Para ello, se modificaría la Ley Orgánica de Pemex.

Como parte de esa “autonomía” “se faculta a Pemex para realizar etapas del proceso para negociar y contraer obligaciones, sobre la base de lineamientos y techos financieros de la Secretaría de Hacienda”. Esto implica a las inversiones privadas, así como, al endeudamiento, también privado.

Eso mismo propone el PAN en su concepto pervertido de “autonomía”. El PRI, como el PAN, también propone la emisión de Bonos Ciudadanos, “que le pueden dar a Pemex un financiamiento adecuado”. Es decir, se propone una forma adicional de financiamiento privado, a cargo de especuladores de la Bolsa de Valores. Ese mecanismo, de colocar instrumentos en la Bolsa ya se lleva a cabo y solamente ha significado la entrega a los particulares del patrimonio de Pemex.

Para concretar las anteriores medidas, el PRI (igual que el PAN) propone “nuevas facultades al Consejo de Administración para dirigir la industria petrolera”. Este Consejo, de acuerdo al esquema de “gobierno corporativo” podrá “proponer al Ejecutivo Federal la creación de los organismos subsidiarios y organismos descentralizados de carácter estratégico filiales que considere necesarios, con facultades específicas”. Esto es, aprobada la reforma, lo demás quedaría a cargo de las burocracias.

De esta manera, ese Consejo llevaría a la práctica la desintegración (pulverización) de Pemex. Si ahora hay 4 subsidiarias, Pemex Internacional y más de 40 filiales desconocidas por la nación, con la reforma que promueve el PRI, el gobierno podría dividir a Pemex en más de 1,000 pedazos.

Al Consejo, el PRI (exactamente igual que el PAN) propone agregar 4 consejeros profesionales, así como 2 consejeros a cada uno de los organismos subsidiarios. Se está proponiendo la creación de una superestructura burocrática, con facultades omnímodas y plenipotenciarias, para usurpar el dominio de la nación sobre sus hidrocarburos e industria petrolera. La diferencia (sic) con respecto a la propuesta del PAN es que, esos consejeros, serían “ratificados” por el Senado. Los demás integrantes serían los mismos que ahora están, 6 nombrados por el gobierno y 5 por los charros sindicales del STPRM.

“Modernizar” al contratismo

La iniciativa del PRI propone “Modernizar el régimen de contratación de obras y servicios de Petróleos Mexicanos”. Para ello, se incluiría en la Ley Orgánica de Pemex, “un régimen de contratación de obras y servicios adecuado (sic) a la industria petrolera”.

En su iniciativa el PRI le da “una interpretación legislativa” a la renta petrolera definiéndola como “la parte que se obtiene por la venta de los hidrocarburos menos todos los costos económicos para extraerlos en que incurra Petróleos Mexicanos por sí o a través de terceros (sic) en los términos de las disposiciones aplicables”.

Según el PRI, “el término renta petrolera corresponde a la convención internacional y a la teoría económica (sic)” y aprovecha el viaje para incluir la extracción de petróleo “a través de terceros”, los cuales, serían las transnacionales. Para el PRI, el costo de producción NO existe, solamente el “costo de extracción”, pues indica que una “riqueza natural no tiene valor para la nación mientras se encuentre en el subsuelo”. El PRI recurre a obsoletas teorías económicas para justificar la entrega de los recursos naturales, separándolos de lo que llama “renta petrolera”. Tal definición es la que les gusta a las transnacionales. Estas y el PRI omiten que el proceso de trabajo está determinado por las materias primas, a las que les otorgan un valor de 0 (cero), cuando sin éstas simplemente no es posible extraer nada. Si se considera que los hidrocarburos carecen de valor es porque pertenecen a la nación, se trata de un derecho colectivo que NADIE puede atribuirse en lo particular. Bajo el criterio del PRI, los terceros nos harían un favor al extraer el crudo y “darle valor”, sin incluir en los costos a las materias primas.

Todo eso tiene el propósito de hacer “borrosas” las propuestas privatizadoras para justificar los contratos de todo tipo, debidamente manipulados.

El PRI distingue entre “contratos de producción compartida” y “contratos de servicio”. Estos últimos, los divide en dos: “los contratos de servicio de riesgo y los contratos de servicio puros”; en el primer caso, las empresas reciben un pago proporcional a la venta (sic) de los hidrocarburos.

Luego, el PRI señala las principales características de los contratos de riesgo, y dice que “a fin de evitar la simulación” se establece en su iniciativa de Ley Orgánica de Pemex que, los contratos, “mantendrán en todo momento, la propiedad de la nación sobre sus hidrocarburos”. Esa es una declaración que el PRI y el PAN reiteran, “el petróleo seguirá siendo de los mexicanos”, dicen, pero su explotación estará a cargo de los capitalistas extranjeros.

El PRI señala que los contratos, “no se concederá derecho alguno sobre las reservas petroleras, por lo cual los proveedores o contratistas no podrán registrarlas como activos propios”. La experiencia dice lo contrario, eso ha sido motivo de expropiaciones en otros países; la petrolera española Repsol, favorita del PAN, es una de las transnacionales petroleras fraudulentas.

Se indica que “las remuneraciones que en dichos contratos se establezcan serán siempre en efectivo”, que “no se otorgarán derechos de preferencia para la adquisición de petróleo, o para influir en la venta a terceras personas”, que “no se suscribirán contratos que contemplen esquemas de producción compartida ni asociaciones estratégicas en las áreas exclusivas y estratégicas a cargo de la nación”. Eso, en un escenario desintegrador de Pemex, no parece convincente.

También, que “los contratos podrán contemplar cláusulas donde se permita a los contratistas sugerir modificaciones a los proyectos por la incorporación de avances tecnológicos (sic); por la variación de precios de mercado de los insumos o equipos utilizados en las obras, o por la adquisición de nueva información obtenida durante la ejecución de obras”. Esta propuesta se parece a los “contratos de desempeño” propuestos por el PAN, que incluyen a los contratos de riesgo. El PRI enmascara lo que niega, al señalar como razón para que contratistas “modifiquen” los contratos, “la incorporación de avances tecnológicos”. Esto implica que, como poseedores de la tecnología, según dice el gobierno, las transnacionales serán quienes definan los términos de los contratos.

Según la iniciativa del PRI, los contratos “podrán condicionarse al mayor o menor éxito del proyecto”. Eso es obvio, si las transnacionales encuentran hoyos secos, simplemente no habrá petróleo que extraer. Pero, en el caso de encontrarlo, teniendo el pleno poder para imponer las decisiones que quieran, ¿qué mecanismo propone el PRI para impedirlo? Ninguno.

Lo único que se propone es incluir “compensaciones o penalizaciones, como parte de la remuneración Y, ¿las controversias dónde se resolverán? ¿En los tribunales internacionales?

La iniciativa del PRI señala que “los contratos que no observen las disposiciones anteriores serán nulos de pleno derecho. Las vueltas que da el PRI son innecesarias, nada de lo anterior se cumpliría, insistir en otorgar contratos a las transnacionales es ocioso, además de contravenir a la Constitución, en el párrafo 6o. del artículo 27 constitucional.

Fortalecer a al Sener para (regular) privatizar

El PRI, lo mismo que el PAN, proponen como iniciativa de reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, para adicionar atribuciones a la secretaría de energía (Sener), exactamente lo mismo. Se trata de la ley que aprobaron los senadores el 17 de abril de 2007, por 94 votos a 0 (cero). Esa iniciativa fue promovida por el senador Francisco Labastida Ochoa (PRI). Ahora, PRI y PAN hacen la misma propuesta, de la cual son coautores junto con TODOS los demás partidos.

En esa iniciativa se propone que la Sener “regule” el ahorro de energía y “el desarrollo y uso de fuentes de energía alternos a los hidrocarburos”, es decir, TODAS. ¿Cuáles son esas fuentes alternas? ¡El carbón, el uranio, la geotermia, el agua, el viento, el hidrógeno, la maremotríz, la radiación del Sol! Varias de estas fuentes no están suficientemente desarrolladas pero el PRI, y el PAN, `proponen que ya sean “reguladas” para su privatización.

Tanto el PRI, como el PAN, proponen “fortalecer” a la CRE, la misma que ha desnacionalizado a la industria eléctrica, y a la del gas natural.

Comisión PRIVATIZADORA del Petróleo

El PRI, al igual que el PAN, propone la creación de “la Comisión Reguladora del Petróleo para una efectiva regulación de Petróleos Mexicanos, a fin de proteger el uso de las reservas de hidrocarburos y que se aprovechen al máximo las tecnologías más adecuadas”.

El PRI argumenta que “la experiencia internacional en esta área y la que existe en el país para otros sectores sugiere que el modelo más adecuado es el de un órgano especializado” que “funcione con más independencia que una Secretaría de Estado (sic) y en un ambiente laboral con predominancia técnica”. Según el PRI, “se trata de constituir un cuerpo técnico selecto (sic), no un ente burocrático (sic)”. De acuerdo a las iniciativas del PRI y el PAN, esta Comisión sería la encargada de realizar varias de las funciones actuales de Pemex, relacionadas con la determinación de las plataformas de producción y exportación de hidrocarburos, así como determinar el ritmo de reposición de las reservas, siempre desde un escritorio.

No es cierto que se trate de ninguna “predominancia técnica” sino de un simple aparato con facultades extraordinarias, como dice el propio PRI, “con más independencia que una secretaría de Estado”. ¿Quiénes constituirían a esa Comisión? “Cinco elementos, nombrados por el Ejecutivo Federal”, según la propuesta del PAN y “ratificados por el Senado”, agregó el PRI.

Estos cinco burócratas tendrían como atribuciones principales “regular y supervisar la exploración y explotación del petróleo y el gas”. Para ello, la Comisión “podrá emitir normas, disposiciones, lineamientos, dictámenes, permisos (sic) y autorizaciones (sic)”. Es decir, esta Comisión “reguladora” sería la encargada de darle forma jurídica a la desintegración y privatización de Pemex, mediante el otorgamiento de permisos a los particulares, es decir, a las transnacionales las que, seguramente, “nombrarán” a los cinco comisionados.

Las demás propuestas de la iniciativa del PRI se refieren a adecuaciones a diversas leyes para legalizar la desintegración de Pemex y su privatización.

¡Abajo la iniciativa privatizadora del PRI!

Los anteriores señalamientos, contenidos en la iniciativa del PRI, son suficientes para RECHAZARLA, aún cuando, en la descripción específica de cada ley a reformar existen elementos adicionales que no se mencionan en la Exposición de Motivos. No obstante, la desintegración de Pemex es inaceptable para la nación, ya que, en ese esquema se encubre la privatización furtiva. Si en materia eléctrica ya operan más de 300 transnacionales, tan solo en una fase del proceso de trabajo (la generación), en el caso de Pemex son previsibles al menos 1,000 corporaciones y sus filiales, mismas que operarían al margen y en contra de la nación sin que nadie pueda controlarlas. En ese escenario, Pemex quedaría convertido en una simple agencia otorgadora de contratos, incluso a sus propias “filiales”, las que a su vez, podrán contratar con terceros. Eso no seria PeMEX sino PeUSA.

El otorgamiento de contratos a los particulares, con el disfraz que se quiera, es un hecho contrario a la Constitución y, por tanto, la iniciativa del PRI es inconstitucional. El fortalecimiento de la CRE y la creación de la CRP constituyen una grave violación a la legalidad constitucional pues, esas comisiones de burócratas, tendrían como objetivo el mismo que ya realizan: traicionar a la nación en acatamiento a los dictados de las corporaciones imperialistas.

El FTE rechaza en todos sus términos la iniciativa del PRI e insiste en el llamado a todos los mexicanos (as) a impulsar una fuerte movilización múltiple para impedir la reforma energética neoliberal, tanto del PRI como del PAN.

Frente de Trabajadores de la Energía, de México

Iniciativa del PRI inaceptable

El 23 de julio de 2008, la mayoría de senadores y diputados del PRI presentó ante el Senado una “iniciativa con proyecto de decreto para reformar diversas disposiciones y expedir nuevas leyes en materia energética”. Se trata de nueve iniciativas que, similarmente a las presentadas por el gobierno federal y el PAN, promueven la privatización de la industria petrolera, el otorgamiento de contratos de todo tipo, la desintegración de Pemex y el fortalecimiento de los órganos reguladores que han desnacionalizado a las industrias eléctrica y petrolera. En suma, son iniciativas contrarias al interés general de la nación.

Privatizar a Pemex o morir

La iniciativa energética del PRI se caracteriza por la utilización de un discurso poco convincente. De entrada, en la Exposición de Motivos, los priístas reconocen que el petróleo es un “símbolo de la soberanía nacional”, así como, el principio de la propiedad originaria de la nación sobre las tierras y las aguas, y el dominio “absoluto” de la nación sobre los recursos naturales ubicados en el subsuelo. Este bonito discurso, sin embargo, se contrapone a las propuestas contenidas en sus iniciativas de reforma.

Enseguida, el PRI se refiere a la “crisis en Pemex y en el sector petrolero”, destacando entre los problemas más importantes a resolver “la escasez de reservas y la incapacidad de refinar petróleo”. Los priístas aseguran que “México se está quedando sin petróleo”. Se dice que esto es resultado de “una errónea política que privilegió la extracción de petróleo y descuidó la exploración”, haciendo referencia al declive de Cantarell y a la baja en la producción. Luego, se critica el déficit en la refinación de petróleo crudo y las importaciones de gasolina.

Esta argumentación es similar a la indicada por el gobierno federal y el PAN, que se apoyan en el alarmismo sin reconocer que los gobiernos en turno (PRI y PAN) son los responsables del desastre. Con la idea de que el petróleo se acaba, promueven la apertura al capital privado. En el caso de la refinación, omiten que hace 29 años no se ha construido ninguna nueva refinería y, sobre todo, que la “errónea” política de exportar crudo no ha cesado.

Después, se menciona el “quebranto financiero de Pemex” señalando que la paraestatal “es la fuente que aporta más divisas a la balanza de pagos del país” y “paga impuestos que significan cerca del 40% de los ingresos federales, y proporciones cercanas de Estados y Municipios”.

Tranquilamente, indica el PRI, que “las últimas administraciones federales han debilitado las finanzas y la capacidad operativa de Pemex por atender otros propósitos (sic)”, mismos que no mencionan, pues bien saben que es su propia corrupción. Señalan que Pemex genera grandes excedentes financieros pero que es la empresa petrolera con más carga fiscal en el mundo pues, “en años recientes, llegó a pagar impuestos hasta por el 140% (sic) de sus utilidades”.

Contradictoriamente, al igual que el PAN, el PRI propone afectar a la principal fuente de ingresos del Estado mexicano al insistir en la participación del capital privado. Sobre el régimen fiscal de Pemex, ni el PRI ni el PAN proponen corregir la situación.

Los priístas reconocen que “el gobierno jamás ha aportado capital a Pemex”, que ésta debe el 95% del valor de sus activos y que ha tenido que endeudarse para cubrir sus excesivos impuestos y pagar los intereses de la deuda.

¿Qué proponen el PRI y el PAN para cambiar esta situación que sus propios gobiernos han auspiciado? Permitir, inconstitucionalmente, las inversiones privadas en las actividades estratégicas a cargo de Pemex. Se dice que si el fisco no permite a Pemex contar con más recursos, así como utilizar sus excedentes, “Pemex acabará extinguiéndose por inanición” y los mexicanos “sufriremos las consecuencias” (sic). Este catastrofismo tiene como única salida al dogma privatizador, esto es, para el PRI y el PAN, la dicotomía de Pemex es “privatizarse o morir”.

Autonomía para privatizar a Pemex

El PRI dice que Pemex está “sin autonomía presupuestal y de operación”. Señalan que ésta “no significa que le exima de controles, por el contrario, deben fortalecerse y hacer más transparentes sus finanzas y su operación”. Esta “autonomía” la consideran fundamental pues mientras no se le otorgue a Pemex, “continuará perdiendo competitividad”, siendo que Pemex es la empresa estatal más rentable del mundo, superior a muchas transnacionales juntas.

Con la misma argumentación del PAN, el PRI dice que Pemex depende del gobierno federal para “la determinación de la plataforma de producción y exportación de petróleo”, y en la cantidad que debe pagar por impuestos y derechos. En consecuencia, se propone “liberar” a Pemex de esa dependencia “que ha resultado nociva para el sector petrolero y para el país”.

El PRI y el PAN han tomado a esa “autonomía”, de gestión y presupuestal como argumento para “liberar” a Pemex del control del Estado y de las disposiciones constitucionales en materia de hidrocarburos. La “autonomía de gestión” para organizarse internamente, para la toma de decisiones operativas y técnicas, la posee la paraestatal desde hace décadas, de otra manera no hubiera podido subsistir. Ahora, lo que se propone es un concepto “pervertido” de tal autonomía para sustraer a Pemex del sector estatal de la economía, contrariamente a lo expresado por el discurso.

Regular para privatizar

Los propósitos privatizadores se explicitan en los argumentos coincidentes del PAN y el PRI al señalar que “no es conveniente que el sector petrolero no cuente con un órgano regulador independiente del gobierno, que dictamine con criterios estrictamente técnicos, sobre las actividades sustantivas de Pemex”. En sus motivos, el PRI agrega que “de no crearse ese órgano, el sector petrolero continuará dependiendo de decisiones, algunas muy desafortunadas, de los gobernantes”.

Esos argumentos son falaces y corresponden textualmente a los dictados del Banco Mundial en los Documentos de Estrategia para México, entregados a los gobiernos federales en turno, que el PRI y el PAN conocen pero ocultan a la nación. En esos documentos, se propone que el gobierno (sic) “venda” (sic) toda su capacidad de generación eléctrica”, y también de producción petrolera, al tiempo que indican la “necesidad” de crear y fortalecer a los correspondientes órganos reguladores.

A la fecha, el 47% de la generación eléctrica total a nivel nacional ya es privada. Esto ha sido posible por las reformas inconstitucionales a la Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica (1992) y a la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo (1995 y sucesivas reformas de 1996 y 2006). Cinco burócratas corruptos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) se han encargado de otorgar a discreción 744 permisos privados de generación eléctrica a las transnacionales y sus filiales; en materia de gas natural, son ya 200 permisos privados.

Esta Comisión, dotada de total y absoluta “autonomía”, no es independiente del gobierno, sino que, procede sincronizadamente con el mismo, a través de Pemex y CFE, cuyos planes se formulan para que la CRE decida sobre los proyectos previos que deben privatizarse. La CRE jamás ha utilizado “criterios técnicos” para decidir sobre las actividades constitucionales “estratégicas” de Pemex y CFE.

Lo que ahora propone el PRI, como también el PAN, es que ése órgano regulador y otro creado ex profeso para los asuntos de exploración y producción de petróleo, privaticen las actividades que llaman “sustantivas”, pero que constitucionalmente se denominan “estratégicas”, a cargo exclusivo del Estado. Estas funciones constitucionales serían cedidas por la nueva Comisión Reguladora del Petróleo (CRP) a las corporaciones privadas.

Para el PRI, y para el PAN, la creación de ese órgano es clave porque así podrían concretar la privatización de Pemex SIN modificar la Constitución. Con ello, pretenden lograr que las decisiones fundamentales en materia petrolera queden a cargo de cinco burócratas que estarían por arriba del propio Estado. Eso, es precisamente lo que ha propuesto el Banco Mundial; el PRI y el PAN únicamente maquillan los dictados, los órganos reguladores darían forma jurídica a las decisiones políticas.

El PRI repite a las transnacionales

“México está llegando más de 20 años tarde a la era de la transición energética, al uso de fuentes alternas de energía y al ahorro de energía”, dice el PRI. Entre sus conclusiones se proponen verdaderas aberraciones. Sin ningún análisis indican que la energía nuclear “cobra nuevo auge”, repitiendo la propaganda de las transnacionales nucleares.

Al respecto, señalan que “hay que fomentar el uso de la energía nuclear, siempre y cuando se logre con plantas más seguras y compactas, y tomando en cuenta el problema de los residuos radioactivos (sic) y el de proliferación de armas nucleares. Eso es, exactamente, lo que dice la propaganda nuclear. El PRI la repite como el perico y propone que la Secretaría de Energía (Sener) “debe impulsar el uso más intenso de la energía nuclear”, cuando ésta NO es ninguna alternativa para México y, menos privada, como quieren el PRI y el PAN.

También dicen que “se depositan muchas esperanzas en los bioenergéticos”, mismos que promueven, pero “debe cuidarse la disponibilidad de tierras”, dicen, omitiendo que los mismos priístas y panistas ya aprobaron una Ley de Bioenergéticos para México.

Agregan que “los biocombustibles pueden contribuir a la solución del problema en la medida en que su producción no compita con la de alimentos y siempre que su producción no dañe a los ecosistemas y su uso realmente disminuya la emisión de gases de efecto invernadero”. Si los priístas fueran sinceros, debían oponerse a los agrocombustibles porque su producción implica, exactamente, todo lo que dicen que no quieren.

Con semejantes propuestas el PRI asegura que esa transición energética “es la verdadera garantía de seguridad energética para México y para las generaciones de mexicanos que vendrán”. Obviamente, se equivocan, con esas propuestas sería al revés, es decir, una tragedia para la nación.

Propuestas CON privatización

El PRI hace referencia a sus documentos básicos e indica que postulan “garantizar a México una seguridad energética bajo la rectoría del Estado”. Se trata de la simple demagogia de un discurso gastado e insostenible. ¿Cuál rectoría del Estado, si las decisiones para privatizar a Pemex las tomarían 5 burócratas, con total “autonomía” y al margen del Estado? Eso ya ocurre actualmente, ¿dónde está la rectoría del Estado en materia eléctrica? Quienes deciden son las transnacionales, tanto en materia eléctrica y petrolera, como en política.

Decir que los organismos públicos responsables “se mantengan bajo el control del Estado” son declaraciones que se contradicen con lo escrito en las iniciativas propuestas por el PRI.

El PRI dice que pugna por el fortalecimiento de Pemex y que su iniciativa busca “la modernización del sector, sin privatizaciones abiertas o simuladas”. Lamentablemente, esos dichos no se corresponden con las propuestas. En las diversas iniciativas se propone lo contrario. ¿Cuál fortalecimiento de Pemex si se propone la desintegración hasta la pulverización? ¿Cuál modernización si todo está orientado a modificar el régimen legal constitucional, sin modificar la Constitución, para que el capital privado intervenga en todas las funciones propias de Pemex?

El PRI reitera que sus propuestas son “sin privatizaciones abiertas o simuladas” pero, en sus iniciativas de reforma propone, precisamente, las privatizaciones sin adjetivos. Tan es así que, el PRI mismo indica “proponemos darles mayores facultades a las instituciones públicas, como son la Secretaría de Energía, la Comisión Reguladora de Energía, al propio Pemex y crear la Comisión Reguladora del Petróleo”. ¡Nada más!

Eso significa, explícitamente, la privatización, abierta o simulada, como le guste más el PRI. Las propuestas para fortalecer a la Sener se refieren a otorgarle facultades para promover la participación privada en las actividades del sector energético, hecho prohibido por la Constitución, así como atribuciones para “regular” (privatizar) todas las fuentes de energía, acciones violatorias del Pacto político de la nación, expresadas en los artículos 25, 27 y 28.

Fortalecer a la CRE significa “legalizar” la privatización energética furtiva para otorgar las funciones constitucionales a las transnacionales, como ya ocurre. Proponer la Comisión Reguladora del Petróleo representa hacer lo mismo pero, ahora, con relación a la exploración y producción de petróleo crudo y gas natural asociado. Estos hechos son privatizadores e inconstitucionales.

Esto es, el PRI dice que sus propuestas son “sin” privatización pero, lo indicado en cada una de sus iniciativas es “con” privatización. Se trata, entonces, de propuestas manipuladoras, violatorias de la Constitución y lesivas al interés de la nación.

Rechazo popular a las iniciativas del PRI

El FTE de México rechaza la iniciativa de reforma energética del PRI y llama al pueblo de México a rechazarla también. El conjunto de nueve iniciativas del PRI corresponden a las mismas cinco iniciales del PAN y no se distinguen, son similares, caracterizadas por privatizadoras.

Respecto al régimen fiscal de Pemex, el PRI no indica absolutamente nada lo que implica estar de acuerdo en el actual esquema depredatorio que critica. Las iniciativas de leyes adicionales solamente se presentan para adecuar las modificaciones regresivas a las cinco primeras.

Las propuestas del PRI también deben debatirse por el pueblo de México y ser DESECHADAS, al igual que las del PAN. No existe un solo elemento, uno solo, para considerar que el PRI ha tomado en cuenta los argumentos presentados por la mayoría de invitados al Debate Oficial organizado por el Senado y, mucho menos, los expresados por el Debate Popular actualmente en marcha. Obviamente, los resultados de la Consulta Ciudadana ni siquiera fueron tomados en consideración, habida cuenta que el PRI presentó sus iniciativas poco antes de la Consulta con la intención de reventarla.

Ante esta situación, es preciso que los mexicanos (as) dispuestos a defender a México, activemos la movilización en sus múltiples formas, preparando las condiciones para ejercer acciones enérgicas. Ni el PRI ni el PAN quieren entender de razones, sus compromisos sucios con el imperialismo son más fuertes que sus “principios” y su propia mexicanidad.

Ampliemos el Debate Popular para analizar colectivamente la información y las implicaciones de la pretendida reforma energética neoliberal. Impulsemos con entusiasmo la construcción de organización social, tomemos iniciativas en la base, impulsemos la dinámica propia de la resistencia. La defensa del petróleo de México solamente se puede hacer en las calles, jamás en el Parlamento, que ha traicionado a la nación. Este podrá atender los reclamos solo cuando el pueblo mexicano se levante organizadamente y esté, simultáneamente, en las calles de todo el país.

Frente de Trabajadores de la Energía, de México