viernes, 23 de agosto de 2013

Comunicado de Las Abejas a 15 años, 8 meses de Acteal



"El martes 20 de agosto desde varias comunidades de nuestro municipio se vió algo que no se veía desde los días trágicos de 1997: el humo de las casas quemadas por la violencia paramilitar marcando como una señal de muerte el cielo de Chenalhó."

Organización de la Sociedad Civil Las Abejas
Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal
Acteal, Ch'enalvo', Chiapas, México.
22 de agosto de 2013
A las Organizaciones Sociales y Políticas
A las y los Defensores de los Derechos Humanos
A los Medios de Comunicación Alternativos
A la Prensa Nacional e Internacional
A la Sociedad Civil Nacional e Internacional
A las y los Adherentes de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona

Hermanos y hermanas:
Hoy 22 de Agosto, estamos reunidos nuevamente en ésta Tierra Sagrada dónde fueron masacrados 45 hermanos nuestros más 4 que aún no nacian; hace 15 años con ocho meses que se vivia una tremenda situacion y un profundo dolor que nos ha dejado una herida incurable, pareciera que vivíamos en un mundo de infierno por que no había quienes lo podian detener a nuestros sufrimientos las amenazas, las represiones que nos hacian los paramilitares prístas y del partido cardenista. Esas acciones de violencia no las detuvo el gobierno. Solo se paró la violencia cuando nuestros 49 hermanos y hermanas derramaron su sangre y cuando la opinión pública nacional e internacional exigió justicia al gobierno de México. Fue el grito de los mártires proclamando la verdad y exigiendo justicia y fue la movilización de la sociedad civil que escuchó ese grito, lo que detuvo la violencia en Chenalhó por algunos años, hasta que en 2009 la Suprema Corte de la Injusticia de la Nación empezó a liberar a los paramilitares. Entonces se empezaron a reactivar las semillas de la violencia, semillas que ya han crecido y ya estamos viendo sus amargos frutos en lo que está pasando en la Col. Puebla. Los paramilitares han sido excarcelados poco a poco desde 2009, quizá para tratar de ocultar la verdad ante el pueblo. El último grupo fue liberado en abril de este año. En ese grupo iba Jacinto Arias Cruz, único paramilitar de Puebla que fue a dar a la cárcel. A los pocos días de que salió libre empezaron los problemas en la Col. Puebla.

Desde que empezaron estos problemas La Sociedad Civil de Las Abejas hemos denunciado que se están repitiendo los hechos que desembocaron en la Masacre de Acteal. Cada día que pasa confirma nuestras denuncias y cada día que pasa las autoridades se hacen sordas y eso mismo hace que se parezca más lo que pasa ahorita a lo que pasó en 1997. En 1997 empezaron a presionarnos para que cooperáramos con los paramilitares para armarse contra los zapatistas. A los que no aceptábamos, nos amenazaban, nos golpeaban, nos tenían secuestrados en nuestras propias casas sin poder comer. Por esa razón teníamos que salir desplazados caminando en la noche, en el frío, en el agua. Después quemaban nuestras casas, se robaban nuestras cosechas y destruían nuestras pertenencias. Todo esto ha ido pasando en la Col. Puebla. Solo faltaba que quemaran casas y se robaran nuestra comida. Pero ya también esto pasó hace dos días en Puebla: quemaron la cocina comunitaria de los católicos y su comida ni siquiera se la robaron, simplemente la tiraron y la ensuciaron. Y además de todo esto ha habido un hecho nuevo de violencia: el secuestro, los golpes, las amenazas y la coacción contra el Padre Manuel Pérez Gómez párroco de parroquia de San Pedro Apóstol y Mártir de Chenalhó.

El martes 20 de agosto desde varias comunidades de nuestro municipio se vió algo que no se veía desde los días trágicos de 1997: el humo de las casas quemadas por la violencia paramilitar marcando como una señal de muerte el cielo de Chenalhó. Nosotros sabemos leer estas señales de humo. Pedimos a la sociedad civil y a todos nuestros amigos y amigas que nos escuchan que sepan leer esas señales. Y el gobierno ¿qué hace mientras tanto? Hace lo mismo que en 1997: en vez de aplicar la ley y detener a los criminales y delincuentes convoca a “mesas de diálogo” que son más bien mesas de sordos donde el gobierno firma y hace firmar papeles mientras los paramilitares siguen tranquilamente su camino de mentiras y de violencia.

En esas mesas de diálogo el gobierno quiere quitar a los católicos lo que es casi su único medio de defenderse: denunciar públicamente la injusticia. Y curiosamente ahí coincide el gobierno con lo que le obligaron a firmar bajo presión y amenazas al Padre Manuel sus torturadores de la Col. Puebla: que no debía hacer denuncias públicas. Nosotros los miembros de la Sociedad Civil de las Abejas queremos decir que un papel firmado bajo presión y amenaza no tiene ningún valor, pero además repetimos lo que hemos dicho cada 22 de mes desde el 22 de diciembre de 1997: no nos van a callar. Como dice un canto de la Diócesis de San Cristóbal que muchas veces ha cantado el coro de Acteal:

Si callara la voz del profeta
Las piedrás hablarán
Si cerraran los pocos caminos
Mil veredas se abrirán.
No es posible encerrar la verdad
al espacio que quieren dejar.
Y sabemos que muchos se van a molestar. A ellos les decimos:

Venimos a incomodar
Con la fe y compromiso del pueblo
Su reino va a llegar.

Así es que vamos a denunciar los hechos de violencia que pasaron en la Col. Puebla los días de ayer y antier. Día 20 de agosto.- Un grupo de 4 familias católicas y una familia de la religión bautista intentaron retornar a su comunidad, sin embargo, un grupo de jóvenes y niños, que creemos son manipulados por el comisariado y pastor presbiteriano Agustín Cruz Gómez, les impidieron la entrada al ejido Puebla. Estos jóvenes violentos, empezaron a tirar piedras a la caravana en donde iban catequistas de varias comunidades de la parroquia de Chenalhó, medios libres; y que también iba un delegado del gobierno de Chiapas, el síndico municipal de Chenalhó y una camioneta de la Policía Estatal Preventiva. Lo que queremos dejar claro, es que estas autoridades oficiales, no hicieron absolutamente nada, para intervenir el ataque violento contra la caravana. Y dejaron que en sus propias narices fueran insultadas las familias que iban a retornar y, sobre todo no se les protegió su integridad física.

Al ver este ataque violento, las familias desplazadas, decidieron no retornar, por el grave riesgo de violencia y, confirmaron que no existe condiciones mínimas para retornar. Y la situación de vida de los y las católicas en Puebla se agravó como consecuencia, pues en Puebla ahora existe un clima de odio y violencia donde nadie puede estar tranquilo. Día 21 de agosto.- Después de estos hechos violentos, el Consejo Parroquial de Chenalhó y el párroco Manuel Pérez Gómez, con el un delegado de gobierno de Chiapas y el Ayuntamiento de Chenalhó, formaron una comisión para ir a ver la situación en el ejido Puebla y visitar a los hombres y mujeres católicos. Cuando llegaron en Puebla el párroco Manuel directamente fue a ver cómo estaban los y las católicos, pero, los jóvenes paramilitares con la complicidad de las autoridades ejidales, les molestó que el Padre Manuel fuera a hablar con los católicos. Estos jóvenes fueron a detener al párroco y entre golpes, empujones e insultos lo llevaron a encerrar en una letrina, manteniéndolo ahí, por más de 5 horas; y a lado, los jóvenes y niños, insultaban con odio y burla, diciendo cosas muy feas al párroco; todos estos jóvenes y niños, la mayoría son hijos e hijas de los paramilitares que actuaron en 1997. Entre sus padres y madres y las autoridades que no hacen nada para impedirlo se está creando en Puebla un nido de pequeños paramilitares que amenaza envenenar la vida de nuestro municipio en muchos años por venir.

Al percatarse de la privación ilegal a la integridad física y psicológica del padre Manuel; el Consejo Parroquial le exigió al presidente municipal y al gobierno de Chiapas, que intervinieran inmediatamente, para liberarlo. Sin embargo, como ya es su costumbre, el gobierno, nunca actúa por la justicia. Ya en la noche, fue cuando liberaron al párroco Manuel, pero, no sin antes obligarlo a firmar un documento, que la una de las condiciones es no denunciar ante los medios de comunicación lo que le hicieron. A pesar de que el párroco haya firmado un documento obligado, tuvieron que salir de prisa del ejido Puebla, porque, las autoridades y los jóvenes paramilitares, amenazaban de nuevo de retenerlo. Esto son algunos de los hechos violentos sufridos en día del intento del retorno de las 4 familias católicas y de la retención al párroco Manuel Pérez Gómez.

Nuestra conclusión al respecto son lo siguiente:

1) Queda constatado en México y el mundo, la reactivación de los paramilitares en el ejido Puebla y de una posible masacre hacia las familias católicas.

2) Los hombres y mujeres católicos están bajo amenazas y no pueden caminar e ir a trabajar a sus milpas tranquilos, porque la situación en ese ejido, ya es parecido como en los hechos previos de la masacre de Acteal.

3) Las familias que no pudieron retornar, viven sufriendo en San Cristóbal de Las Casas y son víctimas de una grave violación a sus derechos humanos.

4) La retención ilegal del párroco Manuel Pérez Gómez, es un delito grave tipificado como secuestro y privación ilegal de la libertad y que no tiene se alcanza fianza por ello.

5) El comisariado ejidal y pastor evangélico Agustín Cruz Gómez y el agente municipal, son los responsables directos de la agresión a la caravana civil de acompañamiento del retorno y a los medios libres y la agresión verbal hacia las compañeras de la caravana.

6) El presidente municipal de Chenalhó, José Arias Vásquez y el síndico municipal 7) pudieron haber detenido fácilmente el problema cuando empezó. Hoy lo han dejado crecer como algo muy grande y ahora, o no pueden resolverlo o son aliados de Agustín Cruz y demás autoridades, como lo fueron las autoridades de Chenalhó en el año de 1997, cuando era alcalde Jacinto Arias Cruz, excarcelado recientemente.

8) También se vuelve a confirmar la negligencia y complicidad del gobierno de Chiapas y de México, en la paramilitarización y en el conflicto en Puebla; porque bien pudieran ellos de aplicar la justicia a Agustín Cruz y a su gente. Pero, como estos tipos de conflictos son parte de su guerra de contrainsurgencia, dejan que actúen en total impunidad a los paramilitares, y cuando ya está bien confundida la gente, hacen como que si aplican la justicia, y cuando la gente cree que el gobierno, ya aplicó la justicia, él mismo libera a los paramilitares.

Hermanos y hermanas; en lucha, los y las que también están trabajando por la justicia, la paz, y que también están en la resistencia y construyendo autonomía, les pedimos estén pendientes de lo que está pasando. Les pedimos que sean portavoces y que difundan las graves violaciones a los derechos humanos que se cometen en las comunidades de Chiapas. Nosotros y nosotras las pacifistas, aunque lo hemos hecho muchas veces inútilmente, nunca perdemos la fe y exigimos a las autoridades dejar de apoyar, con su acción y omisión, a los paramilitares y cumplir su trabajo que es hacer que se aplique la ley. Y si no lo hacen los responsabilizamos a ellos de toda la violencia que haya en Chenalhó.

Les pedimos a las y los pastores evangélicos que no están de acuerdo con la actitud violenta del comisariado y pastor Agustín Cruz y de sus demás hermanos en dicho ejido, apoyen a la justicia y a la paz en el ejido Puebla.

Pero a las y los pastores evangélicos que les gusta el dinero, el poder, calumniar a sus hermanos y hermanas que no profesan su misma fe y que de alguna manera están al servicio del mal gobierno; también les invitamos, a que piensen bien su camino que quieren tomar.

Atentamente,
La voz de la Organización de Las Abejas de Acteal

Por la mesa directiva:

Rosendo Gómez Hernández
Juan Gómez Ruiz
Antonio Vázquez Gómez
Elías Gómez Pérez
Lorenzo Pérez Ruiz

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