lunes, 30 de septiembre de 2013

Devastan áreas naturales al extraer materiales para Etileno Siglo XXI


SAYDA CHIÑAS CÓRDOVA

Coatzacoalcos, Ver.- La construcción de las plantas de polietileno del consorcio Braskem-Idesa ha demandado la explotación de varios bancos de arena y de roca, en varias comunidades de Coatzacoalcos y Nanchital, afectando el medio ambiente y los habitantes de éstas áreas rurales.

El proyecto Etileno Siglo XXI es considerado una de las inversiones más importantes del país en los últimos años; su desarrollo se realizó bajo un esquema de asociación privada, con financiamiento de varios bancos, donde Petróleos Mexicanos (Pemex) aseguró y fijó un precio preferencial de gas natural para la elaboración de etileno y sus derivados.

La obra ahora tiene más de 2 mil trabajadores en el ramo de la construcción y el próximo año va a iniciar el pico más alto de contratación y la cúspide los trabajos para arrancar el área de ingienría especializada, con la colocación de las piezas para las plantas.

Sin embargo, ha estado demandando materiales que se han extraído principalmente de la Villa de Allende, donde se ha convertido en un negocio personal del ex agente municipal y regidor electo, Noriel Proth Álvarez, y ahora para su gente de confianza el secretario de la Agencia, Abenamar Vega Pablo.

En esta población, los habitantes de la colonia Miramar confirmaron que las zonas de dunas son devastadas para extraer la arena, que son llevadas de manera diaria hacia la construcción de la planta y no hay una vigilancia de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Una serie de predios particulares y propiedad del ayuntamiento han sido devastados por pesadas maquinas que trabajan de manera diaria, por lo que la población señala que esto representa una verdadera agresión al ambiente, pues está dejando a la población sin protección.

La extracción de arena ya está afectando a las viviendas de la colonia Miramar y algunas personas han tenido que abandonar sus hogares ya que las bases se han ido deslizando con las lluvias.

Isabel Morales Zanjeado, quien vive en calle Díaz Mirón entre Carlos Brito y Valladolid, ha tenido que abandonar su casa para vivir “de arrimada” con otros parientes.

Otras personas están pensando en abandonar sus hogares ya que la casa se cimbra cuando trabajan las máquinas y pueden colapsar, aplastándolos.

Los habitantes de esta Villa también denunciaron que la circulación de cientos de volteos que acarrean el material ha afectado las principles vías de comunicación, las cuales sirven como áreas de emergencia.

Denuncian “oscuros manejos” por parte de las autoridades comunales no sólo en Villa Allende, sino también en ejidos como Guillermo Prieto y 5 de Mayo.

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