viernes, 15 de noviembre de 2013

Marchan normalistas, Crac y cetegistas; exigen el cese del acoso a la lucha social


MARGENA DE LA O

Chilpancingo, 14 de noviembre. Los normalistas de Ayotzinapa, respaldados por sus compañeros de la Federación Estudiantil Campesina Socialista de México (FECSM), miembros de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (Crac) y de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (Ceteg), marcharon y con ello arrancaron su plan de acción de este año en reclamo de justicia por el crimen de Gabriel Echeverría de Jesús y Jorge Alexis Herrera Pino, y cese a los asesinatos de luchadores sociales y la libertad de comunitarios presos.

Los normalistas arrancaron la marcha casi a mediodía, unas dos horas después de lo previsto. En la entrada a Chilpancingo, viniendo por la carretera federal de Tixtla, cerca de la colonia Indeco, desde la mañana había varios policías en patrullas. Los normalistas llegaron por la carretera de cuota.

El secretario general de la dirigencia normalista, Guillermo Hernández Castro, denunció que ayer, a eso de las 8 de la noche, tres autobuses en los que viajaban sus compañeros de Mactumatzá, Chiapas; Panotla, Tlaxcala; Tetelcingo, Puebla, y Temilcingo, Morelos, fueron retenidos por unos 40 minuos por policías estatales en un retén en el punto conocido como Tierras Prietas. Dijo que eran cuatro patrullas.

El estudiante aseguró que los policías traían la consigna de no dejarlos pasar, respaldarían la marcha de hoy, con la que conmemoraron otro año de la represión de 2007, cuando los desalojaron del Congreso del estado, y la consigna fue el respeto a la licenciatura en educación primaria. Para que los policías dejarán pasar a los normalistas de la FECSM, aclaró, sus compañeros de Ayotzinapa tuvieron que venir en otros autobuses desde la normal a “rescatarlos”.

Por la marcha, desde ayer les giraron a los trabajados una circular informándoles que las actividades quedaban suspendidas en el Congreso del estado y en Palacio de Gobierno; esta mañana en la ciudad judicial también desalojaron a los empleados, aunque nunca trascendió siquiera que pudiera extenderse hasta allá la protesta. En las sedes de los tres poderes del Estado las labores fueron suspendidas.

El contingente de la marcha en su trayecto por avenidas Benito Juárez, Ignacio Ramírez, Lázaro Cárdenas, o sea del lugar conocido como El Caballito hasta el Congreso del estado, sólo fue de consignas, y a lo más que llegaron fue a pintas en la fachada del lugar de sesiones de los diputados locales.

Esta vez, en la marcha los miembros de la Crac y la Ceteg gritaban al compás del grito normalista de Ayotzinapa, las consignas. “¡Cuando el pueblo se levante, por pan, libertad y tierra, caerán los poderosos, de la costa hasta la sierra!”, “¡A ver, a ver, quién lleva la batuta, los estudiantes o el gobierno que ejecutaaa!”.

Los policías comunitarios, todos pertenecientes a la casa de justicia de El Paraíso, marcharon uniformados y en el mitin frente al Congreso local exigieron la libertad de sus compañeros.

En el trayecto, de la bocina que llevaban los estudiantes en una camioneta, se escuchó que la marcha tenía la finalidad también de reprochar la criminalización de la lucha social y los asesinatos de luchadores sociales.

Una vez que llegaron al Congreso del estado, los normalistas iniciaron el mitin. Hernández Castro, en la bocina, dijo que parecía que en Guerrero regresó la guerra de baja intensidad, guerra sucia, como en los tiempos de Rubén Figueroa Figueroa, cuando se mataba y criminalizaba con contundencia a los luchadores sociales. En lo que va del gobierno estatal de Ángel Aguirre Rivero, recordó, han asesinado a 13 luchadores sociales, de los cuales siete son dirigentes, los casos más recientes son los de Rocío Mesino Mesino y Luis Olivares Enríquez.

Reprochó las detenciones de miembros de la Crac, como Gonzalo Molina González y Nestora Salgado García; aunque son 12 en total los comunitarios presos. Exigió su libertad.

Un estudiante, quien le siguió al dirigente normalista, dijo tajante al micrófono: “responsabilizamos a Ángel Aguirre Rivero de lo que pueda pasarnos”.

El plan de acción de Ayitzinapa prevé dos fechas más de relevancia, el 30 de noviembre, por el desalojo también en 2007 de la caseta de La Venta, y el 12 de diciembre, a dos años de que mataron a sus compañeros en la autopista del Sol, en pleno mediodía.

El mitin terminó rozando las 16 horas, y cuando ya nadie de los marchistas quedaba por el lugar se vio con más claridad que decían las pintas que hicieron en los cristales de la biblioetca del Congreso local: “Ayotzi vive”, “Gabriel y Alexis viven”, “12 de diciembre no se olvida”.

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