miércoles, 8 de enero de 2014

La cruda realidad



En concreto
Laura Itzel Castillo
8 de Ene de 2014

Durante la campaña publicitaria para manipular a la opinión pública sobre los beneficios que traería la reforma energética, se dijo hasta el cansancio que el costo de la electricidad bajaría. Esto, se aseguró, se vería reflejado en el recibo en beneficio de las familias, los pequeños negocios y las industrias.

Las protestas en las zonas urbanas y agrícolas se han hecho visibles con manifestaciones, marchas y tomas de carreteras por los afectados, que se han inconformado por los elevados costos de la electricidad a causa del proceso de privatización promovido por Carlos Salinas, profundizado por Zedillo e implementado por Fox y Calderón.

Casi la mitad de la energía en México antes de la reciente reforma se produce a través de los denominados productores independientes de energía, es decir, los privados. Por eso hoy cuesta más la energía y por eso tenemos que pagar más los consumidores domésticos. Estos datos están avalados por la Auditoría Superior de la Federación.

Hace meses anunciaron que la termoeléctrica de Manzanillo utilizaría también gas en vez de combustóleo, supuestamente porque contamina menos. No es cierto, es por hacer negocio al amparo del supuesto del interés público. En el Instituto Mexicano del Petróleo desarrollaron desde hace años un sistema para eliminar la contaminación que produce este hidrocarburo, innovación que está arrumbada en el archivo. El combustóleo lo produce Pemex y se desperdicia.

Ahora argumentan que por cuestiones ambientales hay que extraer gas shale o de esquisto, que genera una depredación irreversible en la región donde se produce. Si en realidad estuvieran preocupados por el medio ambiente la extracción de gas shale debiera ser lo primero en prohibirse en el país y en contraparte implementarse una política para el aprovechamiento del gas que viene asociado con la extracción del petróleo y que desde hace décadas se quema de manera irracional en el ambiente.

Según reportes internacionales, uno de los países del mundo donde más protestas hubo en 2013 fue México. Me consta que a lo largo de los últimos años han sido innumerables las quejas de los consumidores por los cobros injustificados que hace la CFE y los llamados recibos locos, con los que arbitrariamente intenta sorprender la autollamada “empresa de clase mundial”.

Falta que nos dejemos.

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